Las enfermedades no transmitibles o crónicas, son aquellas que no son contagiosas, es decir no se transmiten de persona a persona, son de larga duración y evolucionan lentamente. Las principales son las enfermedades cardiovasculares (infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares), las enfermedades respiratorias crónicas (neumopatía obstructiva crónica o asma), el cáncer y la diabetes. Siendo así la principal causa de mortalidad en el mundo entre los menores de 70 años y representan una amenaza importante para el desarrollo sostenible.
Los factores de riesgos, basado en los comportamientos modificables son: las dietas malsanas, consumo excesivo de sal, inactividad física, estilo de vida, consumo de tabaco, uso nocivo de alcohol, ambiente social y espiritual. Mientras en los riesgos metabólicos/fisiológicos se escuentra el padecer de hipertensión arterial, obesidad, hiperglucemia (niveles elevados de glucosa en sangre) e hiperlipidemia (niveles altos de lípidos en la sangre).
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala la necesidad que existe actualmente de que los países intensifiquen sus medidas para alcanzar los objetivos mundiales de proteger a sus habitantes de las enfermedades no transmitibles (ENT). Por esta razón, el Dr. Oleg Chestnov, Subdirector General de la OMS, destacó que los países, entre ellos algunos de los más pobres con sus medidas están demostrando que se puede progresar y reducir la mortalidad prematura por las ENT.
La encuesta mundial «evaluación de la capacidad nacional para prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles» muestra que algunos países están obteniendo notables avances en el tema. Unos han adoptado medidas para proteger a la población de la exposición al consumo de tabaco, al consumo nocivo de alcohol, la alimentación no saludable y la falta de ejercicio físico. Otros han puesto en marcha nuevas oportunidades de financiación para reforzar los sistemas sanitarios públicos mediante impuestos sobre los productos de tabaco.
Los países se comprometieron en el 2015 con La Asamblea General de las Naciones Unidas a seguir estableciendo objetivos nacionales sobre las enfermedades no transmitibles. Por esto, se tiene previsto reducir en un 30% la tasa de mortalidad prematura por ENT para el año 2030.
Por: Yennifer Calderón
Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)