La piel es el órgano más grande del cuerpo y necesita ser atendida con delicadeza, para ello los expertos recomiendan aplicar cremas luego de cada baño, utilizar protector solar al salir de casa y otros detalles que permitan mantener una piel sana y rozagante.
Es importante destacar que la piel se forma por la capa externa llamada epidermis y la interna conocida como dermis. El color de la piel depende de unas células llamadas melanocitos, que se ubican en la epidermis y están presentes es casi todos los seres vivos, ellas son células de melanina o pigmentos naturales de la piel, ojos y cabello; las personas morenas tienen mayor melanocitos que las de piel clara y en la medida que se exponen al sol la piel se torna de un color más oscuro porque los melanocitos producen mayor melanina como defensa contra los rayos ultravioletas.
La Dra. Maryber Pirela, médico ocupacional, mencionó en una charla que las enfermedades por transmisión sexual, se reflejan en la piel y su riesgo incrementa cada vez más por la amplitud sexual que se tiene hoy día en la mayoría de la sociedad. Señaló que también hay lesiones de piel que han avanzado en el tiempo, por la exposición solar que 30 años atrás hacía ver a la población más hermosa, a diferencia de la actualidad, al exponerse al sol sin la debida protección durante unas vacaciones o un fin de semana, hay riesgo de padecer envejecimiento de piel y cáncer de piel, por esta razón destacó la importancia del uso del protector solar.
Entonces, se puede decir que los rayos ultravioletas (UV) son radiaciones electromagnéticas con longitudes de ondas entre 100 y 400nm. Estas son beneficiosas para la salud sólo si la exposición se realiza en tiempos muy cortos porque desempeñan una función en la producción de vitamina D. Sin embargo, la exposición excesiva a ellas se relaciona con diferentes tipos de cáncer cutáneo, quemaduras de sol, envejecimiento acelerado de la piel y enfermedades oculares. También se ha comprobado que esas radiaciones disminuyen la eficiencia del sistema inmune, según información de la Organización Mundial de la Salud.
Dicho esto, la exposición solar depende de los rayos ultravioletas UVA, UVB y UVC; cada uno de ellos tiene una onda de frecuencia que se mide numéricamente y se establece que algunos son de mayor afectación a la piel que otros. Los UVA, broncean inmediatamente, causan envejecimiento prematuro de la piel y cáncer de piel, mientras los rayos ultravioletas UVB, la forma que inciden en la tierra, su grado de afectación depende del lugar donde la persona se ubica, si se encuentra cerca de la línea ecuatorial va a tener exposición de forma directa, por lo tanto va a recibir mayor radiación aunque esta actúa con lentitud y es cuando se refleja más el bronceado de la piel, de manera que estos rayos ultravioletas van a afectar dependiendo de la ubicación y latitud.
Aquí mostramos algunos tips para una piel rozagante
- Utitilizar cremas después de cada baño.
- No exponerse al sol entre las 11 y 15 horas.
- Elegir un protector indicado y utilizarlo aunque esté nublado.
- Protegerse con gorra o sombrero, los ojos con lentes adecuados y los labios con protector solar.
- No quedarse inmóvil durante horas en exposición al sol.
- Beber líquidos para evitar la deshidratación.
Por: Yennifer Calderón
Fuente: Dra. Maryber Pirela / Organización Mundial de la Salud (OMS)